- Columna de Amarela Varela y Encarni Pindado para la Guía Diálogos Itinerantes, Cobertura de las migraciones en América Latina y El Caribe 2022
Recibimos la invitación para escribir para este ejercicio colectivo de pistas entrando el otoño, mientras digeríamos que el gobierno mexicano declaraba constitucional la gestión de la seguridad pública por parte de efectivos militares, al mismo tiempo que se había sentenciado como culpable del crimen de Estado de la desaparición y posterior asesinato de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa secuestrados por el ejército mexicano la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero. Una de nosotras, Encarni, escribe desde Londres, donde ha ido a tomar una tregua, mientras que la otra, Amarela, acepta el desafío de traducir lo propio desde la Ciudad de México.
Este texto, conformado por una serie de pistas encarnadas que hemos inventariado y reflexionado juntas para pensar cómo nos habría gustado que otras periodistas y estudiosas de la migración en la región que habitamos nos hubieran compartido antes de comenzar nuestro caminar, abreva 16 años de trabajo común, “a pie de vía”, como se dice por acá. Cubriendo la migración como periodistas o etnógrafas (antropólogas), como mujeres, como feministas y como activistas antirracistas. El trabajo de las madres organizadas como Caravana de Madres Centroamericanas que buscan a sus hijas e hijos migrantes nos hizo conocernos en terreno. Desde ahí es que situamos nuestro lugar de enunciación. Somos mujeres caminando con mujeres y varones, niñas y niños, jóvenes y abuelas migrantes, el corredor migratorio que une a San Salvador con California, a San Pedro Sula con Chicago, a Guatemala con Tapachula, a Oaxacalifornia con Texas, a Mesoamérica con Norteamérica.
Compartimos pues en este texto todo lo que nos ha servido para mantener la cordura, la esperanza, gestionar la rabia, aprender de las y los migrantes, de las y los defensores que construyen santuarios en el camino, de estudiosas y funcionarias de la industria de la gestión de la migración, así como de la del rescate humanitario.
Esperamos que estas postales, imágenes de como entrar a campo y mantener el autocuidado, sirvan para cuando tú comiences el camino de explorar, analizar, retratar con la palabra o el lente, comprender y explicar los motivos del éxodo de los millones de personas que atraviesan este corredor migratorio. Esperamos que estas pistas te sirvan para atrapar la transitoriedad en el camino y para contar hakeando el espectáculo fronterizo que retrata las vidas de millones de personas, pero también sus muertes y su dolor, desde la que hemos llamado una pornonecropolítica de las migraciones. Escribimos este texto con el deseo de compartir estrategias, formas de ver y de hacer, de narrar y de leer la realidad para cumplir con lo que nuestra querida amiga Eileen Truax, periodista binacional, siempre propone como desafío para quienes se plantean hacer periodismo de las migraciones: narrar la vida cotidiana y a los personajes de la migración. Poner atención en las estrategias de asentamiento y sostenimiento de las trayectorias de las personas migrantes. Partir de su voz.
En la antropología que practicamos, decimos: para comprender las migraciones hay que poner atención y narrar las prácticas de muerte que se ciernen sobre quien busca una vida que se pueda vivir y celebrar. Pero además, y a la par, hay que reconocer, comprender y saber narrar desde las propias voces migrantes, las prácticas de vida y resistencia que sostienen esas trayectorias migratorias.
Hicimos del texto un lead, sin la economía de los caracteres del diarismo, con la licencia del periodismo que desafía fronteras de los géneros. Incluso proponemos cambiar de orden las 5w’s y partir de una que otra pregunta. Arranquemos pues.
¿Por qué reportear la migración?
¿Qué se reportea cuando hablamos de migración?: hombres proveedores, héroes de naciones en ruinas que con sus remesas sostienen a sus familias, a sus comunidades y al producto interno bruto del Estado-nación donde fueron concebidos. Hombres jóvenes asesinados, tirados en la calle de las ciudades y pueblos de Centroamérica han inundado por varios años nuestros periódicos y televisiones, pero ¿dónde están las mujeres?
La migración no es un fenómeno desgenerizado, está atravesado por normas de género que definen la experiencia migratoria de las personas que emigran. Los migrantes, como nosotras las periodistas, están incrustados en relaciones de género que enmarcan la estructura familiar, laboral y social, relaciones de poder que generan oportunidades y/o barreras en el origen, durante el tránsito migratorio y en los países destino donde se instalan estos migrantes.
Desplegar una mirada feminista para el periodismo de las migraciones implica entender cómo las normas de género impuestas por las estructuras patriarcales y heteronormativas son determinantes en la vida de las personas, en las instituciones y en la política nacional e internacional que atraviesa los cuerpos y las experiencias de hombres y mujeres, cisgénero y no binarias migrantes.
Las miradas feministas ayudan a profundizar en la cobertura y la narrativa sobre los motivos que generan la decisión de transitar de un mundo de vida a otro, las perspectivas feministas nos ayudan a comprender las intersecciones que explican las fugas, o porque la emergencia climática, la violencia, la pobreza, o la diversidad sexual son multicausalidades de dichos desplazamientos.
La violencia también tiene género. Las estadísticas indican que cuando hay un contexto de violencia, las mujeres, las infancias y los ancianos son más propensos a sufrir violencia en el espacio privado. Por eso, la violencia machista e intrafamiliar y la falta de protección gubernamental se han convertido en uno de los grandes motivos de expulsión de la población femenina en Centroamérica. Mientras que la violencia a los hombres es más visible, los hombres son agredidos y asesinados mayoritariamente en el espacio público, las mujeres son asesinadas en el espacio doméstico, es un espacio privado, de mucho menor acceso a los ojos de la sociedad y de la prensa.
En torno a cuánto de nuestra producción narrativa, las migraciones que reporteamos, tienen lugar en el neoliberalismo, en la neoliberalización de todos los ámbitos de la vida y de la violencia también. Durante el último siglo, Centroamérica se ha convertido en una de las zonas más mortíferas del mundo fuera de un contexto de guerra, con datos de más de 118 asesinatos por 100 mil habitantes en Honduras o El Salvador, lo cual ha sido extensamente documentado. Sin embargo, las historias sobre feminicidios en la prensa son casi anecdóticas, y alcanzan los telediarios cuando la mujer ha sido asesinada en la calle. Lo que no alcanza a convertirse en lead, ni para el minuto a minuto de los portales nativo digitales, es la violencia del mercado de trabajo en las maquiladoras, la violencia del desmantelamiento de infraestructura para escapar de la violencia intrafamiliar. No son noticiables para nuestros editores las heridas que dejan el patriarcado y el neoliberalismo. Ni entre las que nos quedamos, ni entre quienes migran, llegan o son deportadas.

En el tránsito por México, contamos los tránsitos más espectacularizados, pero la migración traficada, rara vez es contada más allá de cuando hay un accidente, o bien se asocia la representación de la migración con el tráfico de personas y a los criminales como si fueran los únicos participes de la misma. Ya debes saber, pero la mayoría de las mujeres no viajan en tren o por las rutas donde también transita la droga, lo consideran demasiado peligroso y prefieren moverse con polleros (traficante de personas) si tienen los recursos, o en transporte público si van cruzando de manera independiente por la ruta migratoria.
Como estereotipamos la migración en las historias de fronteras, es evidente cuando vemos a las mujeres que se entregan junto con sus hijos para solicitar refugio en los EE. UU., pero no vemos a los hombres que también se entregan con sus hijos. De la misma manera que vemos a hombres que cruzan el desierto y son detenidos por la patrulla fronteriza, pero también cruzan muchas mujeres. La perspectiva de género nos ayuda a romper con los estereotipos y a analizar las complejidades de la migración en profundidad, nos ayuda a mirar a los problemas estructurales que la generan y a cuestionar la sociedad en la que vivimos.
En torno al cómo reportear estas heridas, porque para nosotras además de noticiables son espejo de las sociedades donde toman lugar, queremos advertir, haciendo eco del peligro de “la historia única” De Chimamanga Adichie, hay que cuidarnos de la tentación de narrar una historia única de las migraciones, aquella que se repite incansablemente hasta que se convierte en la única narrativa posible, que incluso hace imposible imaginar un escenario diferente. Esto sucede con los estereotipos asociados al género en la migración.
Ya sabemos que ustedes no lo creen, pero, por si acaso, no, no todas las mujeres migrantes son madres y víctimas en necesidad de protección, ni las mujeres trans son todas trabajadoras sexuales y mucho menos todos los hombres centroamericanos migrantes son “hombres malos” como les llamó el ex presidente de los EE.UU. Esta es una narrativa impuesta de la otredad, la extranjerización permanente le llaman en la academia, que nos impone un binarismo de la mirada: la mujer como el otro del hombre, el “latino” como el otro del hombre blanco, el pobre como el otro que vive en Estados de bienestar. Una primera pista para que dudes siempre. Hasta de tu propia pluma.
Sobre el dónde tienen lugar las historias es igualmente significativo, nuestros textos adolecen de fronteras hipervisibilizadas, los tránsitos acaparan el 90% de las narrativas de coberturas (lo cual es paradójico si sabemos que entre el origen, el tránsito, el destino y la deportación, lo más difícil de reportear es justamente el tránsito).
Hay que mirar y reportear sobre las fronteras internas y las corporalizadas en las personas migrantes. Cuando se externalizan las fronteras también se externalizan los lugares donde contamos la migración. El Otoño Caravanero, por ejemplo, se ha convertido en el evento más mediático para contar la migración, después de esa rebelión de las víctimas del gobierno de las migraciones opera lo que llamamos una caravanización de la representación de la transmigración centroamericana, que antes estaba “bestializada” o representada en imágenes arquetípicas, relacionadas con el tren de Ferrovías. En ningún caso, ni la caravanización de la migración, ni su bestialización es rigurosa, los tránsitos que operan por esas dos vías no alcanzan a representar ni el 30% en conjunto de las formas en que operan los flujos migratorios. Esto es bien común ya como estrategia de representación y conviene a los traficantes de personas, pero también a los gobiernos involucrados: mientras las caravanas tenían lugar y el foco mediático estaba en ellas, otros puntos de la frontera eran utilizados por los traficantes de personas que utilizaron el momento para aumentar sus ganancias.
Para evitar estas trampas hay muchas fuentes para explotar información, difieren las numeralias entre los datos de los Estados y los de las ONG’s, y para verificar y triangular, te sugerimos entrevistar lo mismo funcionarios que defensoras de migrantes, académicas, pero siempre poner en el centro a las personas que migran: como dice un amigo académico, Rodrigo Parrini, entender que para los migrantes y quienes narramos las migraciones, el mapa son los otros.
Y esto nos da pie a reflexionar sobre quien cuenta la migración. Según Women Photograph la narrativa audiovisual en los medios está producida en su mayoría por hombres, menos de 1 de cada 7 portadas son imágenes tomadas por mujeres, cuando el 15% de los fotoperiodistas a nivel global son mujeres. Por eso, además de reportear con perspectiva feminista, hay que sindicarnos, organizarnos, acuerparnos, para que las mujeres periodistas podamos acceder a trabajos bien remunerados. Hay organizaciones que ya lo han detectado y, si aprendes a dialogar con ellas, puedes pitchear o proponerles historias concretas para producir.
Y a todo esto, ¿por qué es importante la visión de las mujeres, o las poblaciones minoritarias, o la comunidad LGBTQ+ en los medios? No se trata de que haya más o menos sensibilidad en las narrativas difundidas, como quieren hacer creer los discursos patriarcales, o que se fotografíe o se cuenten historias de manera diferente, se trata de que nuestras experiencias de vida como trabajadoras de los medios son diferentes y están marcadas por el género, la raza, la clase, la edad entre otros aspectos.
Narramos la realidad desde donde venimos y como vivimos, miramos y contamos, comprendemos y explicamos desde nuestro prisma, desde nuestras experiencias de vida, desde lo que hemos aprendido en la escuela, en los libros, en la vida, nuestras experiencias y nuestras vidas están marcadas por el género. Además, incrementar el acceso a la reportería entre mujeres cambia los enfoques, se transforman las agendas. Además de reporteras, fotoperiodistas, necesitamos acceder a puestos directivos en la edición de nuestros medios. Son las jefaturas de redacción, la dirección de secciones editoriales donde pueden transformarse no solo los modos de ver y narrar, sino las agendas sobre qué contar.
Pero, ojo eh, esto no quiere decir que solo podamos documentar al género con el que nos identificamos, al contrario, se trata de que todas/es/os tengamos perspectiva de género, para poder contar las historias que nos interesan desde otras perspectivas posibles. Para nosotras por ejemplo es importante comprender y abrazar las estrategias de les periodistas no binaries o de los varones, para transformar sus masculinidades en este oficio arraigadamente patriarcal. Somos aliades no enemigos.
Hasta aquí nuestras propias formas de hacer periodismo feminista. Ahora, en concreto, cómo te proponemos hacer una cobertura fotográfica y de reporteo de investigación de la migración centroamericana y mexicana hacia Estados Unidos.
Hacer del trabajo periodístico un santuario, para los migrantes y para nosotras, obreras de la tecla y la lente.
Los fotógrafos no ilustramos textos, sino que realizamos un trabajo periodístico e investigativo y contamos las historias a través de otro lenguaje, de imágenes. Las imágenes son mucho más que el registro de los eventos, nos ayudan a conectarnos con la emoción y a generar una imaginación política sobre el presente. Hay momentos de conexión con un texto, o con un audio, video, etc. en las que el trabajo de todos se enriquece gracias a estas colaboraciones, pero cada medio es diferente y requiere de conocimientos y acercamientos distintos. Es por ello por lo que en este texto vamos a centrarnos en cómo es hacer una cobertura fotográfica de la migración.
Vamos más rápido y acotando, porque se nos acaban los caracteres. En relación a la preproducción de una cobertura fotográfica de migración es importante tener en cuenta varios factores: la ruta, las personas que nos gustaría fotografiar y entrevistar, las personas que operan en ella y la peligrosidad de los lugares. La ruta migratoria cambia constantemente, por lo que es importante estar actualizado, leer la información más reciente sobre el lugar y hablar con la prensa y los contactos locales. Tienes que imaginar tu propio semáforo de prácticas posibles y seguras en cada cobertura.
Si se dispone del dinero para ello, contratar a fixers y conductores puede ser de gran ayuda -recuerda que las mujeres conducen igual de bien y también son muy buenas fixers– puesto que conocen perfectamente la zona, tienen muchos más contactos y saben cómo manejarse ante los posibles peligros. En caso de no disponer del dinero para ello, busca apoyo local, ONG’s y otros contactos y compañeros locales. Para ello, es importante ser solidario cuando te piden ayuda a ti, crear una red que no esté basada exclusivamente en que las noticias las generan todo el tiempo los medios con más presupuesto. Aprende a pedir pero, sobre todo, aprende a colaborar. Sé específico y no le pidas todo a un mismo contacto, diversifica.
En terreno, buscar hoteles en zonas seguras, accesibles y que tengan buena seguridad puede ser difícil. A veces hay que estar preparado para improvisar, llevar el equipo necesario para poder quedarte en un albergue o en casa de alguien de confianza, si puedes asegurar tu equipo con pólizas internacionales también sirve.
Sobre las fuentes, o nuestros coproductores de narrativas, para nosotras es importante partir de que hay muchas personas especializadas en temas migratorios en México y Centroamérica, desde académicos, periodistas, políticos, activistas. Lee, mantente al tanto de la discusión, hablar con estos actores sirve como fuente de información y como estrategia de autoformación, ellos pueden hacer de declarantes, así como para ponerte en contacto con las personas migrantes.
No dudes en comenzar una cobertura a partir de tomar contacto y pedir ayuda al personal de albergues y organizaciones de apoyo en terreno. En Centroamérica y México hay albergues para personas migrantes y refugiadas, también hay algunos comedores de migrantes y organizaciones que apoyan en temas, legales, laborales, médicos y religiosos. Estas personas están en contacto diario con las personas migrantes y son de gran ayuda, tanto para proporcionar información como para ponerte en contacto con las personas migrantes y refugiadas.
Hay organizaciones internacionales, organizaciones nacionales, redes locales y activistas o colectivas, todas las personas que conforman estos espacios han trabajado mano a mano por la defensa de los derechos de las personas migrantes y refugiadas, parte de ellas, camina con ellas, escribe y publica con ellas. Aprender a colaborar puede ser una buena manera de trabajar la migración, pero también puede implicar riesgos, puesto que todos estos agentes de cambio son incómodos para las personas que se benefician de las personas migrantes y son críticos de las autoridades.
Toma en cuenta que las instituciones y organizaciones, los expertos y otros periodistas de la migración, generan información de manera habitual y son una buena fuente de verificación, aunque a veces no son particularmente críticos y tienen su propia agenda. Duda y triangula siempre.
Cuando interactúes con autoridades y cuerpos de seguridad siempre es importante identificarte y portar acreditación, ser muy protocolario, poco a poco identificarás incluso aliados en esos cuerpos. Pero en general aquí hay que tener cuidado, los funcionarios de migración y los cuerpos militares y policíacos que normalmente están en contacto con migrantes muchas veces están mandatados para obstaculizar la labor de los periodistas. En México, en el caso de la policía migratoria, la agresión a periodistas cuando cubren operativos de contención migratoria es común. Además, funcionarios y policías, militares y guardias pueden estar coludidos o amenazados con y por el crimen organizado y otros delincuentes y traficantes de personas. No olvides que el negocio de la migración es una industria multimillonaria y hacer la pregunta equivocada a la persona equivocada te puede poner en riesgo a ti o a los defensores de migrantes o, esto es lo más delicado, a las personas migrantes que te ayudan a producir la cobertura al contarte su testimonio, que como decimos acá, es su patrimonio.
Delincuentes, crimen organizado, pandillas, bandas locales, oportunistas, traficantes de personas, ladrones y otros delincuentes, la ruta está llena de ellos/as/es y pueden ser altamente peligrosos, México tiene a más de 100.000 personas desaparecidas y los índices de violencia son muy altos. A veces es posible trabajar con estos perpetradores de la violencia, incluso es necesario reportear su perspectiva, pero requiere mucho tiempo, experiencia o un muy buen fixer para tener acceso a esas voces y hacerlo con seguridad. “No juegues a la ligera” decimos en el México de un periodista asesinado cada 48 horas. Reportea priorizando tu seguridad y la de tus fuentes.
Ya en la fase misma de la producción de la cobertura te recomendamos tomar en cuenta que la migración no comienza en la ruta sino en los países de origen. Pon atención en los motivos de expulsión por los que las personas deciden migrar y atrapa estos aspectos con una mirada feminista, parte de la pregunta sobre cómo estos temas afectan de manera diferente a las personas.
El factor laboral y económico, el cambio climático, los desastres naturales, la violencia, de estado, de pandillas, de crimen organizado e intrafamiliar, la discriminación, la situación política de un país, la corrupción y la impunidad, la falta de derechos, son algunos de los motivos más explorados. Capaz, el punto de vista de tu cobertura aporta para construir otros ángulos.

Parte de la certeza de que no todos los migrantes son indocumentados, hay migrantes con visa de trabajo temporal o permanente, hay estudiantes, empresarios, periodistas, académicos, deportistas, políticos, empresarios, etc. Hay cupos o migraciones temporales gestionadas por los propios gobiernos de origen, estos cupos están organizados por el género, hay países que piden personal sanitario y/o doméstico o de limpieza más asociado a las mujeres, o solicitan trabajadores para trabajar en el campo o la construcción más asociado a los hombres.
No solo reportes la emigración, puedes construir historias en los lugares de origen de los migrantes sobre retornados o deportados pero, además, pon atención en la migración interna, el desplazamiento forzado interno.
Como ya dijimos, el tránsito migratorio es la dimensión más publicada por los mass media y, por lo tanto, hay mucho qué decir. Empezamos por compartirte que las políticas de etiquetaje de género en los países de destino sirven no solo para dar protección a las personas, sino también para hacerles deportables. Como reporteras, es importantes entender que las personas no son refugiadas cuando les aceptan un caso, sino que piden ser reconocidas como refugiadas y desde que lo reclaman son personas en condición de vulnerabilidad. Están cambiando las normas para reconocer los estatutos de refugio y asilo, pero estos dos dispositivos se están adelgazando al máximo y se está macdolanizando o desestatizando su gestión. Te será complejo desentrañar los actores y las tramas. Ten paciencia y lee mucho.
Documentar la migración desde los albergues
Una de las estrategias más seguras, pero ciertamente que producen narrativas ya saturadas, es partir de los albergues y refugios para migrantes.
Si no sabes cómo y dónde comenzar una cobertura, llama al albergue que quieras ir a visitar, puesto que tienen diferentes políticas con la prensa y una agenda apretada. Los trabajadores de los albergues no son trabajadores de la prensa, algunos están dispuestos y pueden o quieren hablar y otros no. Las personas migrantes y refugiadas en los albergues deciden ser fotografiado o no, siempre pregunta. Algunos migrantes han pasado por experiencias muy traumáticas, no revictimices cuando produzcas tu cobertura, ten empatía, ten paciencia, asegúrate de que trabajas de manera segura. Siempre pregunta si puedes poner su nombre real y su imagen en la historia, no asumas nada. Otras personas pueden estar escuchando, asegúrate de que si van a hablar de algo que pueda ponerles en riesgo no haya otras personas escuchando la entrevista. También debes saber que hay muchas migrantes que viajan con su agresor, ten cuidado cuando haces preguntas comprometidas si otras personas están delante, aunque sean de su familia.
Afuera de los albergues y en los alrededores suele haber criminales, traficantes y oportunistas, (incluso dentro) asegúrate de que sigues un protocolo de seguridad. Sé creativo cuando tomes imágenes, no todos los migrantes son víctimas y, aunque lo sean, no son solo eso, las personas tienen su propia agencia, han sobrevivido y tienen estrategias de repararse a sí mismos, muchos tienen un plan. Recuerda no todas las mujeres migrantes son madres, o las mujeres trans están todo el día maquillándose.
Documentar migrantes en movilidad
Caminar con migrantes en movilidad puede ser muy interesante, pero siempre ten en cuenta la seguridad, tuya, de tu equipo y de las personas migrantes y refugiadas. Planéalo bien y en colectivo, sigue un protocolo de seguridad y lleva un botiquín.
Viajar en transporte público con migrantes puede ponerles en peligro, y boicotear tratos con traficantes que los han endeudado de por vida. Sé respetuosa y cauteloso. Subirse al tren o a ‘la bestia’ es altamente peligroso, no vayas solo, no te subas ni te bajes del tren en marcha, asegúrate que tienen un coche escoba que te sigue, siempre que sea posible todo esto y si no, recomendamos que no te subas. Está suficientemente documentada esa forma de transmigración, invierte tu imaginación, recursos y experticia en cubrir otras formas de transmigrar.

Las caravanas, se han convertido en una manera de caminar en grupo para poder llegar a la frontera o conseguir visados temporales, las autoridades son bastante agresivas con la prensa, empujan, quietan el material, intimidan, bloquean etc. Habla con personas que las hayan cubierto antes, ten muy en cuenta el calzado, el clima y la seguridad, en general. Tu acompañamiento, a veces incluso ya solo tu cuerpo y tu cámara, sirven de santuario. Aprovéchalas inteligentemente.
Documentar en frontera
La frontera es la parte más documentada por los medios internacionales que cubren migración, es parte de lo que se ha denominado la espectacularización de la frontera donde las imágenes que se toman implican toda una puesta en escena que se puede analizar desde un punto de vista de otredad, de invasión, de seguridad y de justificación de las políticas migratorias. Con la externalización de las fronteras se han extendido los territorios donde los migrantes son fotografiados por la mayoría de la prensa. Y hay momentos concretos, como las caravanas, o como la llegada de mujeres con niños a la frontera de los EE.UU. que son los preferidos por los editores que, por cierto, ante el exceso de oferta, cada vez pagan menos.
Frontera Sur de México
México tiene muchos puntos ciegos a todo lo largo de la frontera por donde los migrantes entran de manera indocumentada y varios puntos de entrada oficial en Chiapas y Tabasco. Hay algunas rutas asociadas con el tráfico de personas y otras con personas que viajan de manera independiente luego, en terreno, muchas se mezclan. Muchas personas llegan a México a pedir refugio y lo solicitan en lo que se ha llamado ciudades tapón, como Tapachula en Chiapas. La externalización de las fronteras ha hecho que haya mucha más vigilancia y que se haya militarizado el control migratorio en carretera y las diferentes rutas.
Frontera norte de México
A partir de la política migratoria de México, que está basada en la seguridad hemisférica y en la externalización de las formas de gobernar la migración desde Estados Unidos, la frontera norte mexicana se ha convertido en zonas de espera para las personas que buscan refugio en los EE.UU., desde 2018 incluso no les dejan entrar y, a partir de la pandemia y el llamado artículo 42 (una ley sanitaria estadounidense), la franja fronteriza mexicana está abarrotada de familias y personas migrantes. Por eso, muchas familias, mujeres y niños y hombres con niños han tenido que construir campamentos improvisados en la zona.
La frontera norte es una zona de gran peligrosidad, los traficantes son parte del crimen organizado y la policía y autoridades están coludidas o amenazadas por estos actores, por eso es una zona complicada para trabajar. Los migrantes son secuestrados, agredidos, asesinados y desaparecidos de manera regular. El migrante que viajaba de manera independiente no puede cruzar este territorio sin pagar la cuota que obliga el crimen organizado. Por eso los albergues son muy cuidadosos y a veces operan como campos de refugiados. La frontera es grande, no todos los lugares son iguales, busca zonas en las que se pueda trabajar más fácilmente, ten un muy buen protocolo de seguridad y buenos contactos, cuídate.
Para la etapa de postproducción
Si has atravesado ya la cobertura en terreno, invierte un tiempo para recuperarte, habla con amigos, familiares, con otras periodistas y mantén una buena higiene del sueño, procura alimentarte sanamente y descansa, respira, llora, grita. Exorciza la violencia que presenciaste como tú sepas, digiérela, nómbrala como puedas para ti antes que para nadie.
Después, procura dar seguimiento a las personas que entrevistaste o con quienes caminaste, puede servir para después volver a las historias. Las personas en movimiento tienden a cambiar de número de teléfono, da seguimiento a través de Facebook, Instagram o la red social que utilicen, es más fácil conseguir mantener el contacto por esos canales.
Al poner los pies de foto recuerda que las personas tienen nombre, localidad, profesión, es importante ir apuntándolos siempre que sea posible y estén de acuerdo que ser nombrados. No pongas siempre migrante o refugiada, en los pies de foto, y nunca ilegal, las personas no son ilegales sino que desafiaron las fronteras y eso les colocó en una situación de indocumentación.
Protocolo de seguridad
¡Cualquier persona se pude meter en un territorio complicado, pero hay que saber salir y cuándo hay que irse!
México y Centroamérica son territorios de alto riesgo, si puedes, haz un curso de seguridad para periodistas antes de viajar o documentar migración en esta zona. Recuerda que la migración es una industria multimillonaria en manos del crimen organizado, traficantes de personas y autoridades corruptas, dentro de un sistema con un alto grado de impunidad. Toma curso de primeros auxilios. En tu botiquín de medicinas incluye la pastilla del día después si eres mujer, recuerda que no en todos los países es permitida, asegúrate que no quede claro para qué sirve. Si puedes conseguir, lleva un kit de antirretrovirales para después de sufrir violaciones. Ambas cosas las proveen en tus ciudades o en la capital mexicana de forma gratuita y confidencial.
Asegúrate de siempre estar monitoreada en campo por tu medio y por tu familia en tu país de origen, hay aplicaciones que permiten el monitoreo cuando haces coberturas de alto riesgo, asegúrate que alguien te monitorea si vas a hacer una cobertura de ese tipo.
El protocolo de seguridad no es solo para ti, sino para todo tu equipo y recuerda que las personas locales se quedan en el territorio y no se puede pedir que hagan algo que les pueda poner en riesgo a ellos o sus familias, sé responsable, ellos necesitan el trabajo y tú estás en una posición de poder. Escúchales, si dicen hay que irse, ¡te vas!
Las personas migrantes y refugiadas son seres humanos más allá de tu reportaje, no hagas nada que les pueda dañar, el protocolo de seguridad también se extiende a ellos.
Autocuidarnos
Otra vez, y todas las que hagan falta, la migración en estos territorios por lo general son coberturas de alto riesgo, implican un riesgo no solo físico, sino también psicológico. Es importante preparase para ello y darse el tiempo para recuperarse después de una cobertura.
Recuerda descansar durante la cobertura, comer bien, no tomar riesgos innecesarios, pide ayuda cuando lo necesites, trabaja en equipo siempre que puedas o haz alianza con otros colegas o personas en la zona, haz deporte, lee y ríete mucho, con todo el mundo, hasta en los momentos más difíciles a todos nos gusta reírnos. Y puede ser una gran estrategia para sacarte de situaciones complicadas. ¡A veces un psicólogo ayuda a desinflar el globo!
Confía en ti, autoriza tu palabra, defiende el costo de tu trabajo, baila y escribe ficción después de ganarte el pan. Agradece a tus ancestras poder practicar el periodismo de investigación, porque muchas antes que nosotras nos abrieron el camino.
Amarela Varela | México
Profesora/investigadora en la Academia de Comunicación y Cultura de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Aprendiz de feminista que apuesta por coproducir crónicas sobre luchas migrantes (y prácticas de muerte en su contra) narradas desde la experiencia y los saberes de los propios pueblos en movimiento. Colabora con diferentes grupos de investigación acción en torno a la migración y los feminismos prietos. Para atravesar duelos y estupefacciones puso la mirada en el cine, como dispositivo para la hackear el espectáculo fronterizo que justifica la guerra total contra los migrantes y refugiados en el mundo. Gracias a este ejercicio, publicó junto con Mar Binimelis un libro colectivo: «Espectáculo de frontera y contranarrativas audiovisuales: Estudios de caso sobre la (auto)representación de personas migrantes en los dos lados del Atlántico. Editado en Londres en 2022, por la editorial Peter Lang Verlag. Además ha publicado el libro Por el derecho a permanecer y pertenecer. Una sociología de las luchas migrantes. Editado en Madrid en 2013 por la editorial Traficantes de Sueños.
Encarni Pindado | España
Es una premiada fotoperiodista y documentalista nacida en Madrid, formada académicamente en Londres, donde estudió una licenciatura en Fotografía y Arte Digital en la Universidad de Westminster y una maestría en Migración Movilidad y Desarrollo en la Universidad de SOAS. Su trabajo se centra en migración, género y violencia, temas sociales y de derechos humanos. Publica en algunos de los medios más reconocidos en Europa, EE. UU. y Latinoamérica, como The Guardian, BBC, The Sunday Times, Al Jazeera, NPR, Reuters, AP, Público, 5W, Pie de Página, El País, entre muchos otros. También colabora con instituciones internacionales como la ONU, el CICR, Amnistía Internacional, ACNUR, OXFAM entre otras. Encarni tiene un proyecto a largo plazo sobre la migración de las mujeres mesoamericanas con perspectiva feminista, centrado en la violencia (estructural, explícita y simbólica) como experiencia migratoria desde el origen, tránsito y destino.